Este exploratorio va a ser un estudio sobre el aparato locomotor, sobre lo que, en el cuerpo, nos permite movernos de forma voluntaria. Centrado en los brazos, hombros y manos. Al igual que el resto del proceso de Anatomía Poética, este estudio tiene un recorrido: desde lo más profundo hasta lo que está en la superficie. Es decir que iremos trabajando cada hueso, cada articulación, sus ligamentos y sus músculos, y en paralelo el sistema nervioso, el motor del movimiento. Es un trabajo paciente, con un equilibrio entre el estudio, el análisis, y el olvido necesario para no caer en una descripción medio científica.
Entre las acciones y danzas del cuerpo y la estructura del cuerpo que las realiza hay un espacio que es el que vamos a recorrer desde la anatomía, es decir desde la descomposición en partes. Quizá esta descomposición nos ayude a entenderlas de nuevo.
“Si efectivamente, existe lo que llamamos primer movimiento, éste sería la acusa de la generación y de la corrupción, e igualmente de todos los movimientos”
El movimiento de los animales
Aristóteles
Pienso, como Aristóteles, que el movimiento no es únicamente el desplazamiento del cuerpo. Que a través del movimiento debemos pensar en lo que mantiene al cuerpo vivo y en lo que lo destruye. Que la danza que abordemos ha de mostrar que lo que vive se mueve, cambia, y se desgasta para mantenerse con vida.
En este proceso trabajaremos: Camille Hanson, Carme Torrent, Getsemaní de San Marcos, Carlos Marquerie, Fernando J Molina y yo. Camille, Carme y Getse serán las autoras de lo que pase en el cuerpo, Fernando será el encargado de transcribir lo que ocurre en los ensayos y desarrollar este blog, Carlos estará presente en el espacio y supongo que en muchas cosas más.
Desde el principio de Anatomía Poética me acompaña el cirujano Cristóbal Pera, Catedrático emérito de cirugía, el cual ha desarrollado una línea de pensamiento que, partiendo de nuestra corporalidad, aborda una infinidad de aspectos del ser humano. Es decir, alguien que desde dentro del cuerpo, traspasa con su pensamiento los límites de nuestra corporalidad. A él recurro cada vez que tengo una duda sobre cualquier aspecto del cuerpo. Durante este exploratorio espero seguir teniendo el privilegio de contar con su voz.
Elena Córdoba
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